Cómo ser más productivos al trabajar en bares y cafés

     Aquellos que tienen la suerte y la oportunidad de escaparse, aunque más no sea por un rato, de las paredes que contienen la oficina o el lugar de trabajo, saben que no existe cosa más gratificante que sentarse en la mesa de un bar, pedir una buena taza de café, encender la portátil y retomar la tarea que estábamos realizando bien lejos del asfixiante entorno laboral.

Si solemos pasar mucho tiempo trabajando en cafeterías y bares, por placer o necesidad, debemos conocer ciertas pautas y cuidados que nos pueden ayudar a ser más productivos y a lograr una mejor seguridad cuando estamos conectados, precisamente ese es el objetivo de este artículo, conseguir que trabajar desde la mesa de un bar o cafetería sea una experiencia agradable, productiva y segura.



Redes Wi-Fi públicas: apenas para el correo y poco más

El primer punto que debemos considerar al momento de trabajar en este tipo de establecimientos es que las conexiones Wi-Fi que se ofrecen allí suelen alcanzar para poco, ya que la señal inalámbrica se encuentra condicionada por varios factores como la cantidad de usuarios en la misma red y hasta incluso de la ubicación del router Wi-Fi.

Es por ello que si debemos realizar alguna tarea importante tal como una videoconferencia con proveedores o clientes, confiar en la señal Wi-Fi pública de bares y confiterías puede traernos un fuerte dolor de cabeza, e incluso hasta una pérdida monetaria.



En estos casos, y si el gusto por trabajar en un bar o cafetería puede más que la seguridad de una línea ADSL directa, entonces debemos tener en consideración proveernos de algunos elementos como un modem 4G para la portátil o un smartphone con esa capacidad para compartir la señal con la PC.

Nunca olvidarse del cargador

Otro punto más que importante para que la experiencia sea lo más relajada posible es tener siempre energía suficiente para no tener el problema de tener que dejar lo que estábamos haciendo antes de tiempo debido a que se agotó la batería. En este punto, cualquiera sea el dispositivo que usemos para realizar nuestro trabajo, este tiene que ser muy eficiente con la energía que consume.

En el caso de que estemos por adquirir una nueva portátil, debemos tener en cuenta que el procesador que le otorga vida sea de última generación, postulándose como uno de los mejores en términos de eficiencia eléctrica el Intel Core “Haswell”, el cual brinda valores de autonomía muchísimo mejores que los procesadores de la generación anterior, los conocidos “Ivy Bridge”, todavía muy populares entre los consumidores.



También es posible utilizar una tablet para la mayoría de las tareas que realizamos Si no lo crees, te invitamos a consultar este interesante artículo. Pero además de poder realizar prácticamente todo lo que hacemos con una portátil, también ofrece ventajas que son óptimas para usarlas en el ámbito de las cafeterías o bares, como su reducido peso y larga duración de su batería.

Sin embargo, independientemente de si usamos una tablet o notebook, eventualmente la carga de su batería disminuirá, por lo que debemos ser precavidos y no olvidarnos de llevar con nosotros el cargador del dispositivo.



Es común que en este tipo de negocios el cliente pueda usar las tomas de corriente para conectar el cargador, pero existen un par de problemas con los que lidiar: La distancia entre nuestra mesa y la toma eléctrica, y los demás clientes que quieren hacer propias dichas tomas. La solución a estos dilemas siempre se encuentra siendo corteses, cediendo y pidiendo espacio y tiempo de uso de las tomas en forma civilizada.

Elegir donde sentarnos es lo más importante

Teniendo en cuenta lo que se menciona en el párrafo anterior, lo primero que tenemos ni bien entramos al establecimiento es seleccionar la ubicación perfecta, claro está siempre dentro de los que haya disponible. Elegir una buena ubicación para trabajar es fundamental para mantener una buena productividad, ya que condicionamientos como estar demasiado cerca de la puerta, y vivir el constante ir y venir de los clientes no es para nada relajante.



Otros aspectos importantes a considerar son la proximidad de equipos de aire acondicionado o la cercanía del baño, otro punto similar al de la puerta de entrada. Si vemos que no podemos lograr ninguna buena condición de trabajo por la falta de mesas en determinados lugares, nos queda el recurso de pedirle a otro cliente, en el caso de que este ocupe una mesa doble, que nos ceda una parte de la misma, lo más probable es que el pedido sea bien recibido, sobre todo si son clientes que buscan lo mismo que nosotros.

Auriculares: No molestar ni ser molestado

El constante ruido de fondo que reina en un bar o cafetería suele ser una fuente constante de distracciones y molestias. En este sentido, el sonido producido por las máquinas, las heladeras, la música funcional y las conversaciones de los otros clientes pueden llegar a distraernos de tal modo que no podamos seguir con lo que estábamos haciendo, y hasta incluso arruinar ciertas actividades como una videoconferencia o llamada a través de Skype.

Es por ello que la mejor solución a los problemas que acarrean los ruidos molestos es armarnos de un buen par de auriculares equipados con micrófono, y en lo posible, con un buen sistema de cancelación de ruido. Este tipo de accesorios son realmente útiles aún en el caso de que sólo estemos escribiendo en un procesador de texto o navegado por Internet, ya que nos permitirá aislarnos de todo ese bullicio y estar más relajados, y por la tanto más productivos.



Hasta ahora hemos mencionado soluciones para que el ruido que hacen los demás no llegue a nuestros oídos, pero en sentido contrario también tenemos que ser conscientes de que nuestros ruidos pueden también molestar a los demás clientes. La mejor herramienta con la que contamos en este punto es con nuestra propia discreción y respeto por los demás, y haciendo el menor ruido posible ya estaremos aportando a la tranquilidad general. Si no podemos cumplir con esta premisa, lo mejor será quedarnos en casa o en la oficina, donde podemos hacer todo el ruido que consideremos necesario pero sin molestar a los demás.

Cuidar nuestras pertenencias

Otro aspecto igual o más que importante que los demás es mantener seguras las pertenencias que llevamos al establecimiento. En este punto ningún bar o confitería se hará cargo si desaparecen nuestras cosas, por más que el robo haya sido evidente.
En estos casos, tenemos disponibles tres alternativas: Pedirle a un parroquiano que cuide de nuestras cosas por los minutos que nos alejamos, cargar la notebook y todas nuestras otras cosas en el bolso e ir al año con ellas y finalmente adquirir algún tipo de sistema antirrobo para computadoras.



En este sentido, la primera de ellas sirve sólo si conocemos a la persona que se encarga de cuidar nuestras cosas, mientras que la segunda es impracticable debido a la incomodidad que produce todo el procedimiento de guardar y sacar todo de vuelta.

Sin lugar a dudas la alternativa que implica comprar un sistema antirrobo para portátiles es la mejor elección que podemos hacer. Uno de los mejores sistemas de este tipo en el mercado es el producido por Targus, el Defcon CL, que además de económico, unos u$s 12, es realmente muy efectivo. Sin embargo, no debemos olvidar cuidar de todo lo demás, smartphone, lapiceras y otros útiles, pero en este caso la única opción que tenemos es desparramarlos por todos nuestros bolsillos.

Mantener segura nuestra vida digital

Además de todo lo citado más arriba, otro de los puntos al que debemos prestarle especial atención cuando navegamos en bares y cafés es al tema de la seguridad en línea. Esto implica tanto que nos rastreen digitalmente o que alguien esté espiando lo que hacemos en la pantalla.

Para lo primero, en este artículo encontraremos información suficiente para mantenernos protegidos, mientras que para evitar ser espiados necesitaremos algo más específico en forma de filtro de privacidad para notebooks.



Este tipo de filtros funciona limitando el ángulo de visión de la pantalla, con lo que conseguiremos que nadie pueda ver lo que estamos haciendo. Afortunadamente, este accesorio tampoco es caro, ya que su valor en el mercado es de aproximadamente entre u$s 45 y u$s 50 y es sin dudas la mejor forma de estar protegidos contra las miradas indiscretas.